Una vez más y ya es la tercera o
cuarta vez que vamos a este restaurante. Pero para qué cambiar si te
encuentras a gusto tanto con el trato, como la comida y precio.
Esta vez fuimos en familia, cuatro
personas, pedimos dos entrantes para compartir y ya después el segundo de cada
uno y postre.
Comenzamos con unas croquetas
caseras, las cuales estaban muy finas. Continuamos con unas mollejas de ternera a la leonesa, que tenían un toque picante, pero se podían comer sin problemas.
Croquetas caseras |
Mollejas de ternera a la leonesa |
Seguimos con los segundos, medio
solomillo con huevo frito de corral, chuletillas de conejo y dos platos de
solomillo asado a la pimienta en grano, como siempre todo perfecto, nos
sorprendió las chuletillas de conejo que nunca las había probado así y estaban
muy ricas.
Medio solomillo con huevo frito de corral |
Chuletillas de conejo |
Solomillo asado a la pimienta en grano con patatas fritas |
Para acabar cuatro postres,
canutillos rellenos de crema, leche frita y suflé Alaska para dos. Como toda la
comida no podemos destacar nada malo, todo lo contrario.
Canutillos rellenos de crema |
Leche frita |
Suflé Alaska para dos |
En conclusión, este restaurante no te dejará indiferente y estoy seguro que volverás a hacer otra visita.
Positivo:
Amabilidad, calidad del
producto.
Negativo: Renovar los platos principales más a menudo.
Valoración total de 0 a 5: 5 lo máximo.
Febrero 2019
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