En mi cumpleaños
quise invitar a mi pareja a un sitio de esos que llaman “pijos” pero que no hay que serlo para ir si no más bien te tiene que gustar el innovar y conocer
nuevas formas de cocina.
Sin ser mucho lo que comimos pudimos ver otro estilo de cocina diferente a lo que estamos habituados a ir a comer y nos gusto, su elaboración, el cuidado en los mínimos detalles, sus sabores, todo en general.
De entrante
pedimos Cecina de I.G.P. emulsión de tomate, oliva y pan de pipas que estaba
muy bueno (no se ni como no saque foto) para ya luego ir cada uno a coger un
plato, para ella hamburguesa de lechazo con Ketchup de fresas, mostaza dijon,
cebolla crujiente, salsa de su jugo y lamina de tomate y para mi rulo de
cochinillo segoviano a baja temperatura, deshuesado y tostado con su jugo y
piña, los dos platos estaban buenos tenían unas texturas y sabor increíbles,
parece poco lo que te ponen pero hay que apreciar mas los sabores y lo
trabajado del plato que la cantidad que comes.
Ya para termina
pedimos dos postres que tengo que decir que estaban muy ricos y con un gran
sabor y un emplatado espectacular, tarta de queso del revés: gelatina de
infusión de frutos rojos, espuma de tarta de queso crumble de almendras y
helado de violetas y para mi tatin de manzana, gelee de sidra espuma de
vainilla y hojaldre en copa.
Postres |
Hamburguesa de lechazo |
Rulo de cochinillo segoviano |
El precio es una de las cosas que
marcan un poco a la hora de ir a estos sitios ya que te viene saliendo un menú
degustación que no fue lo que nosotros cogimos ya que fuimos a plato, por unos
40€ que hay que entender que puedo limitar un poco la gente que va al
restaurante pero si quieres algo distinto y darte un capricho no lo dudes, no
te dejara indiferente. Yo volveré.
Noviembre 2013
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