BUEN
PRODUCTO Y DE CALIDAD EN PLENO BARRIO HÚMEDO.
En pleno barrio húmedo se encuentra
este restaurante que en su parte de arriba tiene bar, con unas buenas tapas y
abajo un espacio para comer bonito, de piedra y con arcos hace de este sitio un
lugar para sentirte a gusto.
La carta se caracteriza por platos
contundentes con buena carne y comida muy tradicional y con sabor.
Éramos cinco y cogimos dos entrantes
para compartir, para luego ir a un plato cada uno. Comenzamos con una ración de
cecina de buey, exquisita, muy rica.
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Cecina de Buey |
Seguimos con unas croquetas casera variadas
que nos decepcionaron bastante y eso que tenían mucha fama, pero la verdad que
nada buenas.
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Croquetas caseras |
Comenzamos con lo de cada uno, dos de
carrillera al vino tinto, pollo de corral con bogavante, entrecot y solomillo
de carne roja, todo ello acompañado con un vino de cepas viejas.
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Pollo de corral con bogavante |
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Entrecot |
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Carrilleras al vino tinto |
En general todos los platos eran
contundentes con mucho sabor, la carne se notaba que era de calidad, eche en
falta la posibilidad de alguna salsa, a la pimienta o al queso para la carne,
pero aun así la carne estaba muy rica. Pollo con bogavante todo un platazo para
más de uno.
Concluimos con unos postres caseros que
estaban ricos.
En conclusión, buen sitio para una
comida en familia, en un entorno agradable con platos sabrosos y que no quedarás con hambre, a un precio aproximado de 35€.
Positivo:
Buen producto,
contundente y con sabor.
Negativo: Las croquetas variadas, malísimas.
Valoración total de 0 a 5: 4
Abril 2019
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